Desde Callao con amor

Las imágenes siempre han estado en mente del ser humano para guardar sus momentos, para inmortalizar un instante, para recordar algo.

Es de sobra conocida la frase "una imagen vale más que mil palabras". Muchas veces es imposible poder decir en palabras lo que una imagen trasmite, lo que te muestra, lo que te enseña, lo que te hace sentir. Muchas veces es imposible poder decir en palabras lo que una imagen te trasmitió, te mostró, te enseñó y sobre todo, lo que te hizo sentir.

Es esta, quizá obsesión o quizá parte de nuestra naturaleza, la que nos lleva siempre a querer guardar una imagen de lo que hemos vivido como si quisiéramos congelar en el tiempo eso. Como si quisiéramos embotellar el aroma de ese momento y esas sensaciones que hemos sentido en el momento de tomar la foto. Quizá dudando de nuestra capacidad para retener en el tiempo ese instante que queremos conservar. Esos grandes momentos de grande socasiones, esos grandes momentos de pequeños detalles. Desde bodas a pequeños paseos por Madrid. Y es que la vida está hecha de pequeños momentos. O quizá siemplemente querían saludar a un amigo en la distancia enviandole una foto.

Desde un Callao teñido de New York, con amor.